La versatilidad y explosividad multicultural de Terrakota, junto a la gentileza de Raimundo Amador, el maestro sencillo, removieron anoche el corazón del público en el festival Fuerteventura en Música 2011, reuniendo anoche en los momentos de mayor afluencia a unas 9.000 personas en la Playa de La Concha, en El Cotillo (Fuerteventura, La Oliva).
Terrakota cantó a la emancipación de las fronteras, al pueblo libre, a la verdad, a la tierra, al amor y la unidad de las culturas, fieles a un estilo inclasificable de absoluta fusión musical, para levantar de la arena a todos los espectadores de una de las veladas del viernes más concurridas que se recuerdan en las ocho ediciones del festival.
Los portugueses dieron la sorpresa, entre comillas, de la velada, porque no podía ser de otra manera dada la permeabilidad musical y el afán integrador de este increíble grupo, contando en su actuación con la aclamada colaboración en el escenario del joven timplista majorero Althay Páez, a quien conocieron en la tarde del jueves en el encuentro con los medios celebrado en el Muellito de El Cotillo que acabó convirtiéndose en una jam session improvisada. Raimundo Amador también se tocó un tema con ellos confirmando a Terrakota como uno de los grupos más representativos del mestizaje que promueve Fuerteventura en Música.
Terrakota desarrolló un arrollador torbellino de sonidos africanos, bases de reggae y dub, influencias latinas, europeas y el más recientemente incorporado sonido de la India. El público se rindió a la fuerza y el liderazgo Romi Anauel y Júnior, triunfantes en la compañía de cinco impresionantes músicos que se valieron de instrumentos convencionales como la guitarra, el bajo y la batería, pero que también arrancaron el espíritu mestizo de la arena de El Cotillo a través de los sonidos emanados de instrumentos tradicionales como el n’goni, el sabar (instrumento de percusión de Senegal), el sitar, el balafon, el mbira o el oud.
Antes que ellos, Raimundo Amador había dado la primera sorpresa de la noche apareciendo en el escenario acompañado de la cantante La Negra en la segunda parte de su actuación. La artista, que ya participó en este mismo festival formando parte del cartel en su edición de 2007, acompañó al maestro con su vibrante y dulce voz. Amador desplegó su torrente musical de flamenco fusión y se metió al público en el bolsillo con sus propias versiones rescatadas de Veneno y Pata Negra, como el rock sureño deJessica o el irrepetible Ay que gustito pa mis orejas.
El sevillano se valió en su actuación de ‘Mariquilla’, su guitarra rosa, tal y como le adelantó en una entrevista para el programa de radio Roscas y Cotufas al periodista Kiko Barroso, presentador del festival. Como en tantas ocasiones, Raimundo Amador estuvo acompañado en el escenario de grandes músicos que le ayudaron a redondear una actuación tranquila y honesta, rockera, flamenquera, bluesera y funkera.
El hip-hop melódico y siempre reivindicativo de Expavi cautivó con sus bases sencillas y su combinación de rap y armonioso coros. Los caboverdianos, primer grupo africano que actúa en la presente edición del festival, fueron los segundos de la noche y agradaron sobremanera. Sin ser los más conocidos del cartel, demostraron el buen hacer de Casa África a la hora de seleccionar a sus representantes en el festival. Con su mensaje de “paz amor verdad e igualdad”, Airton Lopes, Nivaldo da Luz y Jair Rendall Almeida culminaron su actuación aclamados por el público.
Blues de Gofio prometió energía y el público la tuvo. Los majoreros abrieron el festival ante una concurrencia que se hizo cada vez numerosa a medida que avanzaba su actuación, unos 45 minutos de funk, rock y pop que finalmente se hicieron pocos. El personal, mayormente local, acabó pidiendo más a los suyos. Aceysele Chacón al bajo, Jaran Rodríguez a la batería, Pepín Vega y el vocalista Tony Santana lo dieron todo y superaron las mejores expectativas ofreciendo una gran actuación
Fue Dj Pablo Dub quien marcó los tiempos entre los cambios de artistas, recorriendo en sus mezclas los ritmos africanos, el chill out y un atractivo electroswing de raíces reggae y blues, amén de un enérgico funk. El madrileño cerró también la velada con una sesión basada en un tecno profundo (deep techno) con alma, en el que los cambios, fluidos y lineales, introdujeron lentamente al público en la intensidad continua ideada por el DJ, valiéndose para ellos de las melodías Aril Brikha, Stewart Walker, Monolake o Mauricio, entre otros.
El Cabildo de Fuerteventura organiza Fuerteventura en Música 2011, contando con la colaboración de Casa África, el Gobierno de Canarias, La Caja de Canarias y el Ayuntamiento de La Oliva, además de otras entidades comerciales.




