II : LA VIDA Y OBRA DE
JORGE SEMPRÚN EN TRES LIBROS:
«Que nos quiten lo bailado», Fin de ‘El largo viaje’ y LOS LIBROS DE LA MEMORIA
Ángel Díaz Arenas
2. Fin de ‘El largo
viaje’ de Jorge Semprún:
Vida, obra, méritos, familia, Santander, exilio, textos, premios, lenguas y
voces
, (Frankfurt am Main, 2016). Peter Lang Edition. ISBN
978-3-631-67898-51, expresando su portada:
Aclarando su presentación que en él se habla del transcurrir de la vida de
un ser de orígenes burgueses (la familia Antonio Maura), hijo de un jurista,
intelectual y diplomático de la República (José María de Semprún Gurrea) que
tienen que exiliarse de su país y después de haber pasado por Francia, Suiza,
Holanda regresa a Francia donde es detenido por la Gestapo e internado en el
campo de concentración de Buchenwald.
Después de su liberación ingresa en el
Partido Comunista, llegando a ser, con el paso del tiempo, Ministro de Cultura
del Partido Socialista de España (PSOE). Logró ser un escritor reputado
e intelectual reconocido, sobre todo por tratar en sus libros los temas de la
Segunda Guerra Mundial, los Campos de Concentración y la trayectoria del
Partido Comunista en general y en particular del de España (PCE).
Libro
que aparece bajo el lema - «Que nos quiten lo bailado» (J. Semprún, ABC,
11.07.88)- y cuya “Introducción” aclara: En la primavera del año 2009 apareció
nuestro libro «QUE NOS QUITEN LO BAILADO.»2 Textos, vivencias y experiencias
en la obra de Jorge Semprún3, representando éste la primera
parte de una serie de dieciocho (18) escritos que fueron redactados en el 2008
con la intención de honrar y celebrar escrituralmente el cumplimiento de los 85
años (10.12.23 → 10.12.08) de Jorge Semprún. La publicación ya realizada consta
de siete (7) de los mismos, quedando pendientes de ver la luz del día once (11)
de la totalidad dicha.
Resto que presentamos en este libro, el cual -debido a
que Jorge Semprún ha fallecido y ya no bailará más- le suprimimos la coletilla «QUE
NOS QUITEN LO BAILADO.»4 De modo que ahora (2016) y apoyándonos en el título de
su primer escrito, El largo viaje, transformamos el presente, como balance
y final de una vida y una obra en «Fin de El Largo viaje de Jorge
Semprún».
Texto que transporta y muestra los once (11) capítulos o episodios
pendientes que componen esta Vida, obra, méritos, familia, Santander,
exilio, textos, lenguas y voces en la obra de Jorge Semprún como denuncia e
indica el subtítulo del mismo.
Recordemos y repitamos que este escritor ha
fallecido y que por lo tanto conviene rendirle homenaje recuperando en su
completa extensión y totalidad su devenir humano, literario e intelectual,
fallecimiento que ocurrió con fecha del martes 7 de junio de 20115 en su domicilio parisino6 a la casi edad de sus 88 años
(10.12.2011). De modo que
la prensa del día comunicó:
El escritor, intelectual, luchador antifranquista
en la cladestinidad y exministro de Cultura Jorge Semprún ha fallecido
hoy a los 87 años en su domicilio parisino de la rue de l’Université,
acompañado de sus hijos7 y de sus
sobrinos, según ha confirmado el Ministerio de Cultura a Público.8
Transformando de este modo nuestro escrito en uno
final y de despedida al autor al que hemos acompañado y al estudio de cuya obra
hemos dedicado varios años de nuestra existencia y que por lo tanto
consideramos un amigo y no solamente porque le conocíamos personalmente, sino y
sobre todo por la lectura y análisis de su obra.
Así que al título previsto y
ya dicho le hemos prepuesto una coletilla circunstancial, pero según nuestro
parecer acertada y justa, ya que nos basamos en el del primer libro editado de
dicho escritor y ésta dice puntualmente: Fin de El largo viaje de Jorge
Semprún.
Los temas que
tratamos en estos once (11) escritos9 abarcan desde su presentación
(como hombre social, político y de letras) hasta llegar al último de éstos, que
se titula «Tres canciones», poseyendo éstas un cierto trasfondo
histórico añejo, ligado éste particularmente al devenir del pasado de «la
historia» de Alemania del siglo XX y al conocimiento que poseyó este autor del
idioma alemán. 1)
El primero de estos escritos lo dedicamos (como dicho) a
recuperar el devenir humano, político e intelectual de Jorge Semprún, lo que
quiere decir, que representa ya un resumen, avance y presentación de los diez
(10) temas restantes que tratamos a continuación (lo que razona y justifica su
abundante documentación), que él ya señala; texto inicial en el que hablamos
del «niño judío de Buchenwald», pero también de «la muerte de los quince niños
judíos»;
2) a éste sigue la presentación de sus padres que, como veremos, eran
bastante más que personas «corrientes y molientes» (el apellido «Maura» de su
madre dice ya bastante) y, en el fondo, su mismo padre llega a desempeñar en el
transcurso nada inocente de la historia de España de su tiempo y siglo un papel
importante tanto intelectual como políticamente; al hablar de sus genitores es
normal que hagamos recuento y balance de sus dos hermanas y
cuatro hermanos sin olvidar su propio destino humano;
En el tercero (3)
tratamos de Jorge Semprún mismo (en el seno de su familia) y sus correrías y
vivencias en la capital cántabra: Santander y alrededores;
4) el cuarto lo
dedicamos, como dicho, a presentar una visión familiar y algo subjetiva de los
comicios de la Guerra Civil, su exilio forzado e incluso hablamos algo de los
inicios de la Segunda Guerra Mundial que para esta familia tuvo sus
consecuencias (veremos que su padre falleció en Roma y no en Madrid);
5) el quinto
lo dedicamos a rastrear las huellas de «Cinco poetas»10 precisos presentes (entre otros) en la obra de este escritor y mostramos
cómo éstos aparecen, se textualizan y la manera que este autor tiene de
enjuiciarlos y presentarlos; texto en el que dedicamos algunas páginas a
rastrear la obra, vida y muerte de un poeta granadino por «cuya obra no pasará
el tiempo»;
éste fue una de las primeras víctimas literarias y artísticas de la
Guerra Civil de España y esto le ocurrió en su «patria chica» y natal, donde
creyó y esperó inútilmente hallar «paz», pero encontró la «muerte»; escritor
Semprún que sí ha leído al poeta y dramaturgo granadino, pero de quien siembra
en sus escritos una imagen apagada y de algún modo nublada y empobrecida (tal
vez prestada) por el transcurso y transcurrir del tiempo, porque son recuerdos
de una infancia lejana, ya muy pasada, y sobre todo tal vez no propios, como
deja intuir una frase de la página 114 de La algarabía11 (véase ese “indirecto”,
comillas nuestras): «Y del recuerdo de Lorca Por lo menos su recuerdo
“indirecto” a través de los relatos de mi padre»; 6) en el sexto
inventariamos una reducida cantidad de «Amores o amoríos de Jorge Semprún»,
pero es sólo un intento de hacer un balance (es simplemente una aproximación)
de algo de lo que habla el escritor con cierta insistencia en sus textos12; 7) en el séptimo sentamos el acento en precisar, a pesar de su disgusto o
antipatía, su forma peculiar de escribir algo proustiana («los huecos de la
memoria»), escritor francés a cuyo devenir pacífico y de duermevela
(«Longtemps, je me suis couché de bonne heure. Parfois, à peine ma bougie
éteinte, mes yeux se fermaient si vite que je n’avait pas le temps de me dire:
<Je m’endors.>»13) hemos sumado el devenir trágico
de un escritor italiano que no pudo «vivir y escribir»; tal vez pueda
pensarse que entrambos no existe ningún lazo de unión y comunicación y es
exacto; lo único que les une es la forma reiterativa y metatextual de tratarlos
Semprún en sus escritos;
8) el tema del octavo sigue un poco la línea del final
trágico de la vida del escritor italiano, quien murió por voluntad propia y
libre albedrío, a cuya muerte unimos cuatro muertes14, dos similares («muertes voluntarias»), aunque realizadas de muy
diversas maneras y en lugares muy separados y distantes; a las que sumamos dos,
las de «Franco y Grimau» («muertes involuntarias»), siendo ambos
personajes históricos muy contrarios y opuestos («el gato y el ratón»15 diría Augusto Roa Bastos) y es por esta razón que de algún modo hemos
recurrido a la ayuda de la pluma de un escritor barcelonés16, que al vivir todos estos avatares en España (aunque murió lejos) fue
testigo casi ocular del fallecer y expirar de ambos personajes, pero
enfocándolos desde prismas completamente contrarios17; 9) en la redacción del escrito noveno, que habla de su «época
ministerial», sólo nos limitamos a puntualizar siete
(7) de sus empresas,
pero excluyendo, por ejemplo, -«Tres tumbas en recuerdo de tres grandes
hombres y nombres: Manuel Azaña, Antonio Machado y Pablo Picasso»-, que ya
hemos presentado en algunas páginas de nuestro primer «QUE NOS QUITEN LO
BAILADO»18; en este escrito ministerial
también rendimos constancia de la presencia de un «pintor catalán» de
nombre y renombre universales; 10) de este libro habíamos proyectado excluir el
punto diez dedicado a mencionar la entrega del «Premio Cervantes de 1989»19 al escritor paraguayo -Augusto Roa Bastos- que Jorge Semprún realizó y que
proyectábamos (por cuestiones de coherencia e individualidad, Latinoamérica)
incluirlo en otro de nuestros escritos, pero optamos por insertarlo en este
libro para honrar a Jorge Semprún;
11) cerramos nuestro escrito con «Tres
canciones» alemanas que de algún modo razonan, fortalecen y redondean la
coletilla del título que habla exclusiva y pertinentemente de «voces» y
sobre todo muestra el conocimiento del idioma alemán que este escritor poseía
en vida y que tal vez le facilite en el «más allá» conversar con los Goethe y
Ackermann, aunque no en los bosques de abetos del Ettersberg de su recordada
Turingia en Weimar.
En la
exposición y presentación de estas contribuciones observará el lector la suma
de párrafos, versos, etc. de textos propios y ajenos que Jorge Semprún glosa,
parafrasea y me- y autotextualiza, haciendo revivir de este modo su mundo
cultural asimilado y vivido («los textos de la memoria»20). Es evidente que no realizamos este acto de recuperación gratuitamente,
sino con una intención bien clara y definida: poner un cierto orden y someter a
una clasificación coherente una suma de textos ajenos (intertextos) y
propios (autotextos) glosados un poco caóticamente. Citemos lo que al
respecto y en su caso propio, personal e individual preciso escribe el ya
difunto novelista Rafael Chirbes21:
Más que en ninguna otra de mis novelas, los personajes de Crematorio
repiten palabras o reproducen ideas extraídas de textos literarios, artículos
periodísticos y películas que he ido leyendo y viendo durante estos últimos
cuatro o cinco años. A la mayoría de los autores saqueados (digámoslo así),
incluida la Biblia, se les homenajea en el libro, citándolos con cualquier
excusa. A la vista está.22
De este modo no sólo mostramos como Semprún glosa, parafrasea y
metatextualiza (inter, auto y metatextualizar) textos
propios y ajenos, sino que además y sobre todo aclaramos la función que éstos
desempeñan en la textualidad de sus respectivas obras y el trasfondo
histórico-literario que éstos poseen y alcanzan: «los espacios y lugares de
la memoria». Mencionemos lo que al respecto escribe el «Premio Cervantes
de 1989»
en la página 75 de su «Acordar la palabra con el sonido del
pensamiento»23: «El que tenga una verdadera
erudición lo va a encontrar igual.»
El todo pasa a formar el mundo de los
textos, sus apropiaciones, reelaboraciones, etc., haciendo de todos ellos un
sólo y único mundo: EL TEXTO. Actividades de recuperación que continuamos y
cerramos con el tercer de los libros proyectados (y ya en prensa)