Fuerteventura.- El fotógrafo cubano René Peña presenta su serie In Corpore en la Casa de Los Coroneles
02 de abril de 2014 (14:26 h.)
La exposición, referencia a la alteridad, al desdoblamiento y al narcisismo,
se podrá visitar desde el 4
de abril al 7 de junio en
este inmueble histórico de Fuerteventura
La serie fotográfica In Corpore del artista cubano,
René Peña, se instalará
desde el 4 de abril al 7 de junio en
la salas de
la Casa de los Coroneles (La Oliva), en Fuerteventura, dentro del calendario estable de exposiciones organizadas por el área de Cultura del Gobierno de
Canarias.
Se presenta en este espacio emblemático de la isla
una exposición que
hace referencia a la alteridad, al desdoblamiento y al narcisismo, que
son los tres campos
que parecen más escenificados en la poética de este artista; aspectos
que confluyen en un replanteamiento de la imagen como entidad que
trastoca la relación entre el yo y el otro.
Sus primeras obras reflejan la realidad doméstica de Cuba, mediante fotografías centradas en la cotidianidad y en los
interiores, dando posteriormente un giro a su obra, cuando se adentra
en su propio cuerpo, para abordar temas como la
negritud, la ambigüedad sexual, y la influencia del consumismo y el
mercado a través de autorretratos.
René Peña toma el cuerpo humano como soporte de su discurso, independientemente de la raza o el género.
En su obra, la temática racial ha sido una constante; el cuerpo como escenario simbólico, describe un itinerario al centro
de la identidad apoyándose en los fenómenos del kitch, la transexualidad y el consumismo.
Sus inquietudes son el
individuo y su lucha por sustraerse de las presiones sociales para
desarrollar una personalidad
propia. La crítica siempre posiciona al artista como paradigma de
causas sociales, como el racismo o el erotismo. Su obra se polariza
sobre la dualidad del ser humano, el individuo que intenta tener su
propia identidad pero que no puede deshacerse del grupo
social. Él describe su trabajo con dos palabras: identidad y grupo.
Sus fotografías se
caracterizan por contrastes fuertes de negros y blancos, entre el sujeto
y el fondo y entre el sujeto
y el objeto. Concibe sus series a partir de un examen conceptual,
formal y estructuralmente diferente a todos los parámetros establecidos
hasta, pasando del expresionismo brutal al marcado homoerotismo, con
fuertes elementos místicos, tendencias de experimentos
plásticos y cierta escenificación teatral.
René de Jesús
Peña González, nace en la Habana en 1957. Es licenciado en Lengua Inglesa por el Instituto Superior de Lenguas Extranjeras,
de La Habana. Es un artista autodidacta, cuyas primeras fotografías las
captura siendo niño con una cámara familiar.
Comenzó su andadura en el mundo de la fotografía profesional en 1980 y a partir de 1990 ya se había encumbrado como máximo
representante de la vanguardia fotográfica cubana. A Peña
le han comparado en ocasiones con el fotógrafo americano Robert
Mapplethorpe, aunque su influencia más directa son los fotógrafos
cubanos Eduardo Muñoz Ordoqui y Marta
María Pérez Bravo.
Según sus propias palabras,
se describe de la siguiente manera: “Yo soy un hombre común. De la misma
forma pienso que,
en realidad, los individuos, por muy peculiares que sean, nunca son
algo especial o excepcional, puesto que, básicamente, son sólo eso:
personas. Mis autorretratos no son una reafirmación de mi personalidad,
no son el reflejo de un sujeto de características
narcisista. Son sólo un pretexto para hablar de los otros, de esos
seres, comunes y corrientes, de los cuales yo me siento paradigma.
Entre sus logros, cuenta con
la Mención en el Salón Internacional de Fotografía "Abelardo Rodríguez
Antes", auspiciado
por el Fondo Cubano de la Imagen Fotográfica; Mención honorífica en el
Concurso Mundial UNESCO/ACCU de Fotografía (1993) "La Familia" y el
Premio OLORUM CUBANO (por su destacada labor durante 1996), auspiciado
por el Fondo Cubano de la Imagen Fotográfica (FCIF);
En diciembre de 2002 le fue entregado la Distinción por
la Cultura Cubana en el Palacio de Bellas Artes, junto a otros intelectuales. Obtuvo en el 2002 el Gran Premio de
la Bienal del Caribe, realizado en Santo Domingo.