Fuerteventura.- Declarada la delimitación de los grabados rupestres de la Zona Arqueológica de Tindaya


● Con este entorno de protección se le otorga  a la Zona Arqueológica u espacio suficiente que garantiza adecuadamente su protección

● La mayoría de los investigadores admiten su relación con el mundo mágico-religioso de la cultura preeuropea de la isla de Fuerteventura


El Gobierno de Canarias  ha declarado la delimitación de los grabados rupestres  de la Zona Arqueológica de la Montaña de Tindaya, en Fuerteventura, que ya cuentan con el sello de Bien de Interés Cultural, atribuidos a la cultura aborigen de la isla, y que  constituyen un espacio cultural único al ser uno de los yacimientos arqueológicos más espectaculares y enigmáticos de Canarias. La mayoría de los investigadores admiten su relación con el mundo mágico-religioso de la cultura preeuropea de la isla, aunque con diversas interpretaciones: impartir justicia, forma de posesión de un territorio, celebración de rituales de carácter mágico y astronómico.

A partir del perímetro establecido para la delimitación de la Zona Arqueológica grabados rupestres de la Montaña de Tindaya, se ha delimitado su entorno de protección, tal y como establece la Ley del Patrimonio Histórico de Canarias, fijándose un entorno de 100 metros, por considerarlo como  criterio adecuado a estos efectos. Dicho radio de protección es el habitualmente usado por el Cabildo de Fuerteventura para delimitar los yacimientos declarados como Bien de Interés Cultural con la categoría de Zona Arqueológica, tal y como se aplicó en la declaración de los grabados rupestres del Barranco del Cavadero y del Barranco de Tinojay.

Con la delimitación de este entorno de protección se le otorga  a la Zona Arqueológica un espacio suficiente para su adecuada protección, frente a intervenciones que repercutan en el bien, en su contemplación, estudio o apreciación de sus valores.

De esta forma se consigue el equilibrio entre la necesidad de crear un área de protección alrededor de la Zona Arqueológica que garantice suficientemente el control sobre su entorno y la voluntad de no afectar a más espacio de lo estrictamente indispensable para su correcta percepción, estudios e investigaciones que den a conocer en el futuro el significado de los grabados y la relación con su entorno más inmediato, a la vez que permite el disfrute de sus valores culturales y la visualización de los grabados, que sólo es posible desde su inmediata proximidad.

La Montaña de Tindaya se encuentra situada en La Oliva, en el pueblo homónimo de Tindaya, con un gran valor paisajístico y geológico, contando con un grado de protección especial en la Ley de Espacios Naturales de Canarias adquiriendo la categoría de Monumento Natural en 1994. No obstante, a nivel cultural, son los grabados rupestres con motivos podomorfos, atribuidos a la cultura aborigen de la isla, el elemento más relevante y singular de la montaña, merecedores de la máxima protección legal.

Estos grabados, declarados Bien de Interés Cultural con la categoría de Zona Arqueológica, se localizan alrededor de la cima de la montaña, entre la cota 300 metros y la cúspide. Según  informe-inventario realizado por el Cabildo Insular de Fuerteventura, en la Montaña de Tindaya “Los grabados se han registrado por paneles, número de grabados que estos contienen, señalados y georeferenciados y número de podomorfos visibles que los forman…”.  Los grabados se presentan de forma individual, formado por un solo podomorfo, o bien formando conjuntos de dos o más podomorfos, registrándose, según dicho inventario, un total de 111 grabados existentes en la Montaña, que contienen aproximadamente un total de 244 podomorfos y 8 incisiones en forma de líneas, concentrados alrededor de la cima, excepto dos grabados situados en la dorsal de la ladera sur de la montaña.

En la zona de los grabados de la cima existe material arqueológico compuesto por restos de cerámica, atribuida a la etapa aborigen, líticos, óseos y malacológicos, con perfiles estratigráficos muy deteriorados y alterados por el paso de los visitantes a los grabados.