Fuerteventura.- Corralejo estrena la restauración de la Molina de Manolo Hierro, en la nueva ubicación de la plaza dedicada a José Antonio Umpiérrez
15 de diciembre de 2014 (11:08 h.)
Corralejo estrenó este
pasado sábado un nuevo espacio público con la restauración de la Molina de Manolo
Hierro y la inauguración de la plaza de José Antonio Umpiérrez Bolaños, ambas
inversiones realizadas a través de un acuerdo de colaboración entre el
Ayuntamiento de La Oliva y el Cabildo de Fuerteventura.
La consejera de
Infraestructuras del Cabildo, Edilia Pérez,
explicó que esta restauración "forma parte de una línea de trabajo que nos
ha permitido actuar ya en una veintena de elementos patrimoniales de toda la Isla,
siempre de la mano de los respectivos ayuntamientos y colectivos de la zona".
Mientras que la alcaldesa
de La Oliva, Claudina Morales, se refirió a que "este tipo de inversiones
repercuten no sólo en la mejora del entorno para los vecinos, sino también en
nuestra imagen turística. Es responsabilidad de todos cuidar estos espacios
para evitar su deterioro y que todos los podamos disfrutar".
Una vez inaugurada la
Molina se procedió al descubrimiento de la placa que dedica la nueva plaza a la
memoria de José Antonio Umpiérrez. María José Umpiérrez agradeció la creación
de esta plaza en nombre de toda la familia de José Antonio Umpiérrez y también
trasladó su emotivo agradecimiento a los compañeros de 'Dunas de Corralejo',
que para la ocasión y de la mano de Tinín Martínez, estrenaron unas emotivas folias
dedicadas a José Antonio Umpiérrez.
Precisamente, la
alcaldesa de La Oliva, Claudina Morales, recordó que "la creación de esta plaza
fue una propuesta de la agrupación musical Dunas de Corralejo, en recuerdo de
un hombre que fue un referente por su implicación social y generosidad, un
orgullo para todo el pueblo de Corralejo".
El presidente del Cabildo
de Fuerteventura, Mario Cabrera, subrayó además que a José Antonio Umpiérrez "lo
recordamos en el CAAF por el magnífico ejemplo que ha dado como profesional,
implicado en el día a día, perfecto conocedor de su trabajo, y muy colaborador
con sus compañeros y a la hora de dar respuestas a las demandas de los
ciudadanos".
Historia de la Molina
La Molina de Manolo
Hierro fue trasladada hasta esta plaza desde su anterior ubicación en la calle
Bajo Amarillo, donde había quedado relegada a un pequeño solar entre dos
edificios Aunque su propietario actual es el Ayuntamiento de La Oliva, la
molina debe su nombre e historia a otro personaje célebre del municipio, Manuel
Hierro Viera, que fue carpintero de ribera, alcalde pedáneo de Corralejo,
molinero, custodio el primer teléfono militar instalado en Corralejo en 1943,
etc. Se casó con Petra Umpierrez
Estévez.
Según relata María Teresa
Hierro como conocedora de su historia familiar, fue el empeño de su tío bisabuelo lo que hizo posible que la
estructura llegara al norte de la Isla. Manuel Hierro nació en Jandía en 1893 y
vivió en Corralejo hasta su muerte en julio de 1962. "Su padre, José
Hierro Garrido, era natural de Huelva, y a él debemos la presencia de este
apellido en Fuerteventura, tras establecerse en la Isla para trabajar como farero
en Jandía".
La molina fue comprada
por Manuel Hierro en 1925 en los Llanos de la Concepción y toda la maquinaria
se trasladaría en burros y camellos hasta Corralejo, donde ya había comprado al
señor Marcial Viñoly, natural de la Oliva, el solar. Allí se construyó la
estancia de piedra realizada por pedreros de Lanzarote, para luego instalar la
molina con la ayuda de su hermano Miguel Hierro Viera, que era carpintero.
Se trata de una molina de
seis aspas y responde al patrón tradicional: construcción de planta rectangular
de mampostería de piedra y barro revestidos con mortero de cal. De las piedras de moler así como de su
mantenimiento, se encargó Juan Calero, que era el muescador de la zona. Allí se
molía trigo, cebada, cosco y se mezclaba con garbanzos, arvejas, etc. para
conseguir otros sabores diferentes.
Nunca se molía el día del
Carmen y el jueves y viernes Santo por respeto y tradición. En septiembre de
1989 las aspas de la molina fueron arrancadas por un vendaval y terminaron en
el mar junto con todo lo que encontró a su paso después de atravesar Corralejo.
Después de este suceso,
la molina no se volvió a usar como tal hasta nuestros días. Gracias al acuerdo
de la familia con el Ayuntamiento de La Oliva y con el Cabildo de Fuerteventura
para acometer su rehabilitación, vuelve a levantarse esta obra que recupera
parte de la memoria del Corralejo de antaño.
El Cabildo ha restaurado
doce de estos molinos y molinas que son de su propiedad e impulsado
la rehabilitación de otros que pertenecen a vecinos y particulares, como es el
caso concreto del Molino de El Durazno, entre otros.
Otros proyectos
El Cabildo y el
Ayuntamiento de La Oliva trabajan también en el proyecto del Molino de Domingo
Domínguez, ubicado también en Corralejo.
Para poder llevar a cabo
estos dos proyectos ha sido necesario, en primer lugar, la adquisición de ambos
inmuebles, que se encontraban en manos privadas, por parte del Ayuntamiento de
La Oliva. El Cabildo de Fuerteventura, por su parte, ha asumido la redacción y
ejecución de ambos proyectos de restauración, así como de dotarlos de la
financiación necesaria, más de 300.000 euros entre los dos.
Hay que destacar el
interés que tiene para Corralejo poder ver restaurados dos edificios históricos
y emblemáticos del pueblo, que antiguamente junto a la Molina de Juan
Morera se encontraban en un espacio abierto y ligado al mar, nutriéndose de los
vientos alisios para poder funcionar y moler el gofio para todos los vecinos.
Con el desarrollo
turístico de las últimas décadas, los tres edificios habían quedado enmarcados
en el espacio urbano, el cual, sin embargo, ahora se revaloriza con la
rehabilitación y puesta en valor de las dos molinas y el molino,
precisamente para el disfrute de los vecinos y también de los turistas.