El Ministerio de Industria no ha foliado aún el expediente de las prospecciones en Canarias, tras 15 años de tramitación

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-        Los requisitos del MAGRAMA de 21 de febrero de 2014 deberían haber provocado ya el archivo de la Evaluación de Impacto Ambiental

-        Los funcionarios de Medio Ambiente reclamaron desde febrero que se aclarara de una vez dónde serían las perforaciones con coordenadas “lo más afinadas posibles”

-        El MAGRAMA exige información sobre peligros por  ‘blow out’

-        Se han reclamado, ahora, informes sobre el área marina de los Lic y su implicación sobre las prospecciones


10 de abril de 2014

15 años después de que comenzara su tramitación en el Ministerio de Industria, el expediente de las prospecciones petrolíferas en Canarias es un batiburrillo de documentos sin foliar ni encuadernar. En él se aprecian incorporaciones recientes de documentos cuyas fechas coinciden ‘curiosamente’ con las visitas que desde el pasado mes de febrero los representantes de las instituciones canarias y sus colaboradores vienen haciendo a los Ministerios de Industria y de Medio Ambiente reclamando información.

La tramitación de un expediente sin foliar es cuanto menos ‘irregular’, por cuanto existe la posibilidad de incorporar o extraer documentos a voluntad.
 
Aún así, la reclamación de nueva documentación que se hace por escrito el 21 de febrero de 2014 desde Medio Ambiente (y que consta en el expediente que hoy se pudo consultar),  debería ser argumento suficiente para archivar y rechazar de una vez por toda la Evaluación de Impacto Ambiental del proyecto Repsol. Ya que, en realidad, lo que se plantea es casi una reelaboración de la Evaluación de Impacto Ambiental.

El añadido de nuevos escritos y documentos enviados desde el MAGRAMA pidiendo más información para la tramitación de la Evaluación de Impacto Ambiental se produce precisamente a partir del 21 de febrero de 2014.  Es decir, justo un día después de la primera visita al Ministerio de Medio Ambiente de representantes del Cabildo de Fuerteventura en la que se constató que la tramitación estaba paralizada. Y que el Ministerio quiso negar.

Aún así, se ha podido confirmar que mientras que el proceso administrativo del expediente para someterlo a Evaluación de Impacto Ambiental quedó cerrado el 31 de julio de 2013, a posteriori se suceden comunicaciones permanentes entre Repsol y el Ministerio, de las que no se había informado hasta ahora a las administraciones canarias. Se constata, por lo tanto, el distinto tratamiento que se da en el proceso a las administraciones y vecinos de Canarias, frente al que se proporciona a la multinacional petrolera.

Pide coordenadas de pozos “lo más afinadas posibles”

Después de que la semana pasada les fuera impedido el acceso al expediente, pese a contar con una sentencia del Tribunal Superior de Justicia que sí lo permite, los representantes de las instituciones canarias tuvieron que volver hoy a Madrid para poder consultarlo. Esta vez se encontraron con una serie de documentos sin foliar ni encuadernar.

Del análisis realizado ‘in situ’ sí pudo observarse cómo el 21 de febrero de 2014 (un día después de la visita al MAGRAMA a la que asistió el senador Narvay Quintero), hay escritos del Medio Ambiente dirigidos a Industria y Repsol reclamando que de una vez por todas les concreten exactamente las coordenadas donde definitivamente pretenden hacer las perforaciones.

Los escritos de Medio Ambiente muestran su preocupación por el peligro de derrame ‘blow out’ que llevan aparejadas las perforaciones petrolíferas en aguas ultra profundas. Esta amenaza ha sido denunciada reiteradamente en el proceso de alegaciones al Estudio de Impacto Ambiental que el Gobierno abrió en agosto de 2013, y que fueron avaladas por las firmas de más de 10.000 vecinos de las islas y todas las instituciones de Fuerteventura y Lanzarote, junto al Gobierno de Canarias.    

Además, a raíz de las denuncias que se han activado en el Tribunal Supremo, el senado y el Congreso por los retrasos ‘casuales’ en la tramitación del Lic mario de Fuerteventura y Lanzarote, que coincide en gran parte con la zona de las prospecciones petrolíferas, también el pasado 4 de abril de 2014 se ha incorporado otro escrito dirigido a los responsables de la tramitación del Lic, reclamando información sobre la compatibilidad del Lic con el área de las prospecciones, sus coordenadas y alcances.

Blow out

La preocupación que los técnicos de Medio Ambiente expresan en sus escritos  a Industria y Repsol por un gran derrame tipo ‘blow out’ ya fue advertida en el proceso de alegaciones al Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de las prospecciones, abierto por el Gobierno de España en agosto de 2013 y que registró más de 10.000 firmas de particulares denunciando las carencias del documento.

Rick Steiner, profesor de la Universidad de Alaska hasta 2010, especialista en conservación marina y asesor de una decena de países en materia de perforaciones en mar abierto, señaló “el EIA no reconoce ni recoge las normas de seguridad más estrictas que se impusieron en Estados Unidos tras la catástrofe de la Deepwater Horizon en 2010”.

El pozo 1 propuesto por Repsol en el EIA tendría una profundidad total de 6.800 m, esto es, un 20% más que el de Macondo, construido por Deepwater Horizon MODU en el Golfo de México, en el que se produjo el accidente en 2010. Este último presentaba una profundidad de 5.596 m y una presión de formación de más de 13.000 psi. La prospección de Repsol 2 tiene una profundidad total de 6.370 m (20.000 pies). “Por lo tanto, la presión, la temperatura y los riesgos de los pozos de las Islas Canarias serían comparables, por no decir significativamente mayores, que los del pozo Macondo, que registró un fallo de consecuencias catastróficas”, resume Steiner.
           
En vista de que la profundidad, la presión y la complejidad operativa que de algunos de los pozos de aguas profundas pueden ser iguales o mayores que el de Macondo (derrame del Golfo de México, 2010), “un peor supuesto posible de derrame más verosímil para el proyecto de prospección en las Islas Canarias sería 30.000 barriles/día durante 60 días, es decir, 1,8 millones de barriles en total. Esta cifra es 60 veces superior al "peor supuesto" previsto en el EIA” que Repsol y el Ministerio tienen actualmente en tramitación..

Steiner recuerda en su informe que Repsol es una multinacional que opera en más de 30 países, incluidos los Estados Unidos, y por lo tanto conoce perfectamente los requisitos de seguridad y es consciente de la necesidad de cumplirlos en las perforaciones mar adentro en otros países, como por ejemplo, la nueva Ley estadounidense de Seguridad en las Perforaciones Mar Adentro (Drilling Safety Rule, BSEE, 201) aprobada tras la catástrofe de la Deepwater Horizon en el Golfo de México en 2010.

“Sin embargo, el EIA sobre Canarias no aborda, reconoce, ni refleja este endurecimiento significativo de las normas relativas a la seguridad en las perforaciones mar adentro de otros países, como la nueva regulación estadounidense. Por el contrario, el régimen de seguridad para prospecciones en aguas profundas previsto en el EIA sobre las Islas Canarias es menos riguroso que el que la compañía debería cumplir en sus operaciones en Estados Unidos. La empresa deberá explicar y tratar de justificar este doble rasero al Gobierno y a los españoles, especialmente a los canarios”, apunta.

En otro apartado del estudio, también detalla que el EIA de Repsol no cita, cumple ni supera las normas que establece la nueva Ley estadounidense de Seguridad en las Perforaciones Mar Adentro (BSEE, 2012).  Y que esta omisión “contraviene de forma directa los requisitos impuestos por el Convenio OSPAR, la Directiva sobre Prospecciones de la UE de 2013, el Real Decreto Legislativo 1/2008 y la carta enviada a RIPSA por el Director General de Calidad, Evaluación Ambiental y Medio Natural (DGCEAMN) el 6 de junio de 2013. En este sentido, la Convención OSPAR establece que las mejores técnicas disponibles y las mejores prácticas ambientales en relación con un proceso determinado “evolucionarán con el paso del tiempo, al paso de los avances tecnológicos, los factores económicos y sociales y los cambios en el saber y los conocimientos científicos” (Anexo 1.3, Convenio OSPAR). La nueva ley estadounidense de seguridad en las perforaciones mar adentro, que nació de una exhaustiva revisión técnica de todas las cuestiones críticas para la seguridad en las perforaciones mar adentro en aguas de Estados Unidos tras el desastre del Deepwater Horizon en 2010, es uno de estos avances en el saber y los conocimientos científicos”,

El EIA de Repsol también subestima los riesgos y el posible impacto que podría tener el proyecto que propone, y no tiene en cuenta las muchas formas de las que puede fallar un proyecto tan complejo como unas prospecciones mar adentro… “Según la concepción de los riesgos de las perforaciones mar adentro tras el episodio del Deepwater Horizon, esto resulta inaceptable”, señala Steiner en su estudio.

Rick Steiner cuenta con una dilatada trayectoria en el campo de la prevención y respuesta de vertidos de petróleo en medios marinos, evaluación de daños, recuperación y política a escala internacional, asesorando a gobiernos, a los organismos sectoriales, a Naciones Unidas y a diversas ONG sobre la problemática de los vertidos de petróleo mar adentro