Hasta el próximo 26 de septiembre de 2014 permanecerá
abierto el plazo de presentación de propuestas para la instalación del
mobiliario y equipamiento técnico del Archivo Insular de Fuerteventura. El
anuncio oficial de licitación se publicó el pasado 5 de agosto y cuenta con una
previsión económica por importe de 248.000 euros.
El consejero de Cultura y Patrimonio Histórico
del Cabildo de Fuerteventura, Juan Jiménez, explicó que “se trata de un equipamiento
exclusivamente técnico, destinado a archivos y con el objetivo de garantizar la
conservación de los documentos, algunos de ellos con siglos de historia, y su
accesibilidad. Una vez finalizada la obra del edificio, lo que resta es su
equipamiento para que pueda entrar en servicio en torno a noviembre. Es un
edificio singular y funcional, que además de custodiar documentos también prestará
servicios administrativos, de investigación, estudio, actividades culturales,
etc.” señaló.
La contratación en curso está destinada al
suministro, montaje e instalación del mobiliario necesario para el equipamiento
de las dependencias destinadas a depósitos de fondos documentales del edificio
del Archivo General insular de Fuerteventura. Dicho equipamiento consiste en mobiliario
específico de archivo, con sistemas de armarios deslizantes compactos
instalados sobre raíles en los depósitos de fondos documentales de las
distintas áreas con que cuenta para tal fin el edificio: en la planta sótano
304 m2, en la planta baja 234 m2 y en la primera planta del edificio 92’7 m2.
El edificio del Archivo Histórico de
Fuerteventura ya está finalizado y sólo resta el equipamiento técnico para
poder realizar el traslado de documentación y proceder a su puesta en servicio.
La obra ha requerido de una inversión de 2.484.24
euros. La superficie total construida es de 3.557 m2, en una parcela
rectangular de 17x55m. El proyecto es obra de los arquitectos Nuría Vallespín,
Jorge Arribas y Daniel Padrón, y se distribuye en cuatro plantas (sótano,
planta baja, primera y segunda).
El edificio cuenta con un
diseño específico ubicado en torno a una plaza
que relaciona el edificio con las otras instalaciones públicas ya
construidas y en servicio y las que está previsto realizar en la zona en un
futuro al tratarse de una parcela de titularidad pública. El edificio cuenta
además con espacios destinados a actividades culturales, sala de exposiciones,
sala de investigación, sala de estudios, etc.
Como criterios generales,
la doble finalidad del edificio (conservación de la memoria documental
histórica – funciones administrativas y de investigación) lleva a su ordenación
en dos zonas bien diferentes, articuladas por un amplio acceso y vestíbulo
público en conexión con la plaza y la ciudad, accesible desde ambos lados del
edificio, convirtiéndose en una prolongación de la plaza pública.
A partir de ahí, un área
de archivo perfectamente ordenada y compacta, concebida como un lugar donde el
valor de su contenido y el funcionamiento del programa que encierra, se
anteponen a cualquier otro condicionante de tipo arquitectónico evidenciándose
en la rotundidad geométrica del volumen con que se plantea. Con respecto
al otro bloque, dedicado a actividades culturales, se plantea con carácter
público y la vocación de compartir y transmitir la información guardada en el
volumen principal.
En relación a la
distribución, el sótano cuenta con 869 m2 de superficie, que se destinarán a
instalaciones, fondo documental y servicios. La planta baja 810 m2,
distribuidos en vestíbulo, recepción, sala de actos culturales. Mientras que la
primera planta, con 764 m2, cuenta con un bloque dedicado a actividades
culturales que incluye un área de exposiciones de 264 m2; y un bloque de
depósito, fondos documentales y trabajo. En la segunda planta, con 699 m2, se
destina igualmente una parte a área de trabajo y fondo documental, y otra parte
a salas para investigadores, biblioteca, audiovisuales, informática, etc.