El vicepresidente del Cabildo de Fuerteventura, Juan
Nicolás Cabrera, visitó el pasado martes, 21 de marzo, el Espacio natural de
Montaña de Tindaya y el de las Dunas de Corralejo, concretamente en su muelle
de acceso a Isla de Lobos, con el fin de comprobar personalmente el estado de
la nueva señalética colocada a lo largo del último mes por el Área de Medio
Ambiente de la Corporación Insular con el objetivo de fomentar la conservación
de estos espacios, facilitando la información necesaria para ello a sus
visitantes.
En concreto, en Montaña de Tindaya, “como monumento
natural que es y en aras de garantizar su preservación”, destacó el
consejero, la nueva señalética informa de los límites hasta los que está
permitido el acceso, quedando limitado el paso a los visitantes a la cima del
Espacio Natural Protegido, “como se venía haciendo, de forma descoordinada y
sin control”, resaltó Juan Nicolás Cabrera.
Del mismo modo, los elementos de señalización e
información del Muelle de Corralejo, que da acceso hacia el Islote de Lobos, en
el Espacio del Parque Natural de las Dunas de Corralejo, han sido renovados y
modernizados, incluyendo las indicaciones sobre la reglamentación de los
espacios para su preservación, así como las indicaciones y recomendaciones
necesarias para los interesados en realizar visitas al Islote, incluyendo las
obligaciones a cumplir como parte de la normativa de conservación
medioambiental de los espacios.
Finalmente, el vicepresidente insular aprovechó la
ocasión para recorrer también la zona conocida como Gavias del Cárcel. Un
espacio de protección medioambiental adquirido por el Cabildo de Fuerteventura
y la Comunidad Autónoma de Canarias con el fin de garantizar la protección de
aves y otras especies naturales endémicas que requieren de protección pública.
En este punto, Juan Nicolás Cabrera enfatizó su “agradecimiento al Servicio
de Medio Ambiente por la labor que realiza, a pesar de los pocos medios,
cuidando nuestro hábitat y protegiendo a nuestras especies naturales”.
En este entorno, la Administración majorera no solo es
responsable de la gestión de plantaciones de alfalfa y otros vegetales,
imprescindibles para la alimentación de las especies de protección, sino que
además mantiene los bebederos de agua del entorno con el fin de garantizar el
suministro a las especies avícolas y terrestres que lo precisan, entre las que
se encuentran la hubara (Chlamydotis undulata fuertaventurae), el tarro canelo
(Tadorna ferruginea) o el conejo silvestre (Oryctolagus cuniculus).