El Cabildo de Fuerteventura ha retirado 63 metros cúbicos de
masa forestal invasora que ocupaba 250 metros cuadrados de El Saladar de Jandía,
en el municipio de Pájara, en un área colindante al paseo marítimo. Los
trabajos, que se llevaron a cabo a mediados de este mes, forman parte del
proyecto Red de Detección e Intervención de Especies Exóticas Invasoras en
Canarias, que lleva a cabo el personal de Gesplan, a través del Gobierno de
Canarias, para erradicar la flora exótica invasora.
Así, se retiraron ejemplares de la mimosa, Desmanthus pernambucanus, según el protocolo
establecido por dicho proyecto. También se eliminaron ejemplares de las
especies Nicotiana glauca (tabaco
moro) y Ricinus sp (higuerilla). Los residuos
fueron transportados por personal del Cabildo de Fuerteventura a un vertedero
controlado. A partir de ahora se llevará a cabo un seguimiento para controlar
el rebrote de ejemplares.
"Seguimos realizando actuaciones para garantizar la
protección y conservación de especies de flora endémicas frente a otras que son
invasoras y crean impactos negativos sobre la biodiversidad", manifiesta
el presidente del Cabildo de Fuerteventura, Marcial Morales. "El objetivo
es la detección temprana de especies invasoras que invaden zonas de gran valor
ambiental", asegura la consejera de Medio Ambiente del Cabildo de
Fuerteventura, Natali Évora.
Las invasiones biológicas junto con la destrucción de
hábitat, constituyen las principales causas de pérdida de biodiversidad en el
mundo. El continuo movimiento de mercancías y personas, entre distintas
regiones geográficas, facilita la dispersión de especies de flora y fauna. En
determinadas ocasiones, las especies exóticas llegan a convertirse en especies
invasoras, siendo las responsables de importantes daños ambientales, y de un
elevado número de extinciones.
En el caso de Canarias, las particulares condiciones
ecológicas bajo las que han evolucionado los organismos insulares, provoca que
el impacto negativo de las invasiones biológicas sea aún mayor que en los
continentes. Los ecosistemas aislados cuentan con una biodiversidad más
sensible a las especies foráneas (ausencia de adaptaciones a los predadores,
baja diversidad genética y mayor vulnerabilidad a patógenos exóticos, etc.). Para
las islas oceánicas, como es el caso de Canarias, la vulnerabilidad ante las invasiones
aumenta considerablemente, llegando a producirse importantes cambios a nivel
ecosistémico. El archipiélago presenta una alta tasa de biodiversidad nativa, constituyendo
una de las zonas del planeta con mayor densidad de endemismos. A este respecto
indicar que casi un tercio de las especies terrestres nativas son exclusivas
del archipiélago, y buena parte de ellas habitan en una sola isla.
En lo que respecta a las especies introducidas en las islas,
según el Banco de Datos de Biodiversidad de Canarias, el número de taxones
introducidos en el archipiélago se ha estimado en 1.567 (11%). De todas las
especies introducidas presentes en el archipiélago, 183 son consideradas
invasoras.