La paralización indefinida de las obras del Hospital de Fuerteventura, una nueva humillación a la población majorera, afirma Intersindical Canaria

         Este pasado fin de semana la población majorera ha recibido del gobierno canario una nueva humillación al ver otra vez suspendidas las obras de remodelación del hospital general de la Isla como consecuencia de un plante de la empresa constructora (subcontrata de OHL) )por impago del Gobierno


         Esta suspensión, supone un nuevo e inadmisible retraso en los cerca de 11 años que la población de la isla lleva esperando para disponer de unas instalaciones hospitalarias dignas, pero además, va a complicar sensiblemente la degradada calidad asistencial de la isla que, recordemos, sufre un trato discriminatorio y una dotación de menor número de camas y personal sanitario por habitante que el resto de islas y el Estado español, acumulando cerca de mil quinientos  pacientes en lista de espera para una intervención quirúrgica, muchos de los cuales no llegaran a poder ser atendidos de sus dolencias. 

Por otra parte, durante el tiempo transcurrido desde el inicio del proyecto de remodelación del centro sanitario hasta la actualidad, la población de la Isla casi se ha triplicado, habiendo alcanzando además los dos millones de visitantes al año, motivo por el cual, cuando el nuevo hospital se encuentre operativo, tanto el conjunto de las instalaciones como las 56 nuevas camas serán manifiestamente insuficientes, dándose la paradoja que, entonces  habría que iniciar una nueva fase de actualización de las dependencias.

      Resulta difícilmente comprensible el interés, diligencia e impecable coordinación existente entre el Cabildo y el Gobierno canario en el desarrollo y acabado de la construcción del Palacio de Congresos, y contradictoriamente, el desinterés mostrado en la financiación y conclusión del hospital insular como servicio público fundamental y del que depende la salud e incluso la vida de los majoreros.  Pero ya se sabe: de las deficiencias de la sanidad pública se nutre económicamente la sanidad privada y cuando el gobierno dice que no cerrará hospitales públicos, quiere decir que los liquidará a plazos. 

      ¿Ante la grave situación sanitaria creada, no viene obligado el Cabildo como gobierno insular a exigir al Ejecutivo canario el cese de los engaños a la población de la Isla y que la prioridad absoluta en las acciones del gobierno sea la financiación y acabado del nuevo hospital?

             Junto a la exigencia al gobierno español de “No a las prospecciones”, para proteger nuestra salud y nuestro territorio, cabalmente tendremos que exigir también al Gobierno canario un hospital digno para ser atendido correctamente cuando enfermemos. 

       Intersindical Canaria promoverá entre los trabajadores concentraciones de protesta coincidiendo con cualquier visita oficial que las autoridades realicen al hospital antes de la finalización de las obras.