Fuerteventura.- El Cabildo inicia la rehabilitación del entorno de la Ermita de san Marcos en Tiscamanita

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El personal y la maquinaria de la institución materializan directamente los trabajos, dirigidos a renovar el pavimento de la plaza y a rehabilitar la barbacana y otras estructuras


17 de septiembre de 2014

El Cabildo de Fuerteventura destina una inversión de 100.000 euros al proyecto de rehabilitación del entorno de la Ermita de San Marcos Evangelista, en Tiscamanita (municipio de Tuineje). La Corporación ejecuta esta acción desde la propia administración, valiéndose de un proyecto propio y también de los recursos de personal y maquinaria de la misma institución.

El consejero de Servicios y Parque Móvil en la institución, Pedro Martínez, explicó "que los trabajos dan comienzo este mes de septiembre con los objetivos principales de renovar el pavimento de la plaza, donde se aplicarán las medidas necesarias para que esta superficie se mantenga en buen estado durante muchos años, pues debemos tener en cuenta que en la zona existen varios árboles y palmeras cuyas raíces podrían ocasionar desperfectos".

El plazo de ejecución del proyecto es de cuatro meses. Junto a la renovación del pavimento, explicó Martínez, "se protegerá la barbacana que rodea la plaza ante la posible aparición de humedades, y se realizarán otras acciones con la clara intención de embellecer la zona, incluyendo la renovación del asfaltado en las calles adyacentes".

Con respecto al pavimento, el proyecto contempla sustituir el actual por una superficie de piedra natural -compuesto de basalto molinero, pórfido y granito- e incluyendo una base de hormigón armado que antes no tenía para evitar la aparición de grietas.

La nueva plaza estará equipada con bancos adosados a la barbacana, y se adoptarán medidas tanto en el suelo como en el muro para evitar la aparición de humedades y grietas. El encalado de la barbacana se renovará al completo, y en las calles adyacentes se extenderá un nuevo pavimento de hormigón bituminoso rematado con adoquines.

La plaza que rodea la ermita fue construida en la década de los años ochenta del siglo pasado, encontrándose delimitada por la barbacana y el templo. Su superficie está pavimentada a base de loseta, y su interior ofrece un espacio acogedor gracias a la presencia de árboles y plantas como ficus, laureles de indias, palmeras canarias y dragos. Esta circunstancia había provocado que las raíces de los árboles agrietaran el suelo de la plaza con el paso de los años, así como la construcción de un banco adosado al lateral de la barbacana había ocasionado también la aparición de humedades.

El presupuesto del proyecto por ejecución material alcanza un valor de 97.859 euros, estando el plazo de ejecución establecido en 4 meses.


Ermita de San Marcos Evangelista

Fue a fines del siglo XVII cuando se construyó por los vecinos del lugar, la ermita de San Marcos Evangelista en Tiscamanita, entre ellos Luis Herrera, legando 200 reales para tal fin.

Su fachada principal recuerda con inscripción sobre cantería que fue construida por Pablo Sánchez de Carmona en 1699, mismos apellidos de los maestros de la Villa de Betancuria.

La ermita perteneció desde 1792 a la Parroquia de Tuineje, año en que el Obispo Antonio Tavira Almazán hizo la división parroquial de la isla.

A principios de siglo XX, con el surgimiento de una minoría burguesa y el consiguiente impulso social y económico que significó para Tiscamanita, aparece un nuevo arreglo parroquial de la Diócesis que da como resultado el nombramiento de la Parroquia de San Marcos Evangelista, el cual funcionó desde 1915 hasta 1985, fecha en la que es de nuevo absorbida por la Parroquia de Tuineje.

En ese período de tiempo la ermita de San Marcos Evangelista no varió su fisonomía, manteniendo las mismas modestas dimensiones y sencillez que la había caracterizado desde su construcción por los vecinos del lugar a fines del siglo XVII.

La actual ermita de San Marcos Evangelista es de nave única cubierta a tres aguas y tejas. Todo el edificio se encuentra rodeado de un muro almenado o barbacana con dos vanos orientados igualmente que las puertas de la ermita.