Unos 200 bañistas y vecinos asistieron en las
Grandes Playas de Corralejo a la liberación de una tortuga boba recuperada tras
aparecer accidentada en aguas de la Isla
Esta tortuga y una segunda que se libera en Gran
Tarajal el día 22 de este mes se han recuperado de la ingesta de plásticos, un
problema que acaba con miles de animales marinos todos los años
7 de agosto de 2014
Tras la
expectación despertada, se confirmó el éxito previsto en la liberación de una
tortuga boba (Caretta caretta) en las
Grandes Playas de Corralejo, una actividad que organizó la Consejería de Medio
Ambiente del Cabildo de manera abierta a cualquier persona interesada con el objetivo
de dar a conocer los atractivos de Fuerteventura
más allá del turismo de sol y playa, y concienciar así a la sociedad de la
importancia que tiene conservar el medio marino.
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Esta misma
actividad está prevista con otra tortuga recuperada el próximo viernes 22 de
agosto en la playa de Gran Tarajal, pues son este tipo de acciones según el
criterio del Cabildo fundamentales para concienciar a la población de las
graves consecuencias que tiene contaminar el medio marino.
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La tortuga
liberada hoy, de 15 kilos de peso, había sido localizada a la deriva en aguas
de Corralejo el pasado 6 de junio. La embarcación del ICENAI -instituto de
investigación marina que organiza salidas científicas dirigidas a los turistas,
y entidad que colabora habitualmente con el Cabildo en esta materia- recogió al
animal tras identificar una serie de síntomas que indicaban su mal estado de salud.
Después de su traslado
por los agentes de Medio Ambiente del Cabildo al Centro de Recuperación y
Conservación de Tortugas Marinas de Morro Jable, el equipo veterinario de las
instalaciones conocidas como Guardería de Tortugas confirmó los síntomas de
delgadez y deshidratación que presentaba, ocasionados por la ingestión de
plásticos.
"Los
plásticos que acaban en el mar son uno de los principales peligros que acechan
a la fauna marina". Mónica Barrera, técnico de Educación Ambiental del
Cabildo, explica como miles de animales marinos como tortugas, aves y cetáceos
mueren cada año al atragantarse con bolsas de plástico o enmallarse con artes
de pesca. "Por eso es tan importante la concienciación ciudadana. Mantener
los mares limpios es una medida positiva para la biodiversidad y el equilibrio
del planeta".
La consejera de
Medio Ambiente del Cabildo, Natalia Évora, trasladó su valoración sobre una
actividad "que da sentido a los esfuerzos que hace el Cabildo por revalorizar
nuestro territorio desde la perspectiva de la sostenibilidad y los principios de
la Reserva de la Biosfera. Extender entre la población residente y los turistas
el conocimiento sobre los valores naturales, medioambientales, culturales,
tradicionales etnográficos… que nos hacen únicos, supone reforzar el equilibrio
ambiental de la Isla y apuntalar también nuestro principal motor económico, el
turismo, ofreciendo en este sector nuevos motivos para visitarnos".
En una economía
que depende de unas playas limpias para seguir atrayendo visitantes, es
esencial conservar los peces como fuente de alimentación, los cetáceos como
recurso de riqueza para la observación y estudios científicos, o unos fondos
marinos ricos en biodiversidad y libres de contaminación de cara al
submarinismo, "aunque desgraciadamente todo este patrimonio natural se está
viendo amenazado ante la perspectiva de instalar una industria petrolífera
frente a nuestras costas", señaló la consejera.
Organizar de
cara al público la liberación en su medio natural de las especies de animales
silvestres que aparecen accidentadas en la Isla en distintas circunstancias es
una actividad que adopta la Consejería de Medio Ambiente para completar el
círculo de la actividad de este departamento. "Entre los cuerpos de
agentes y vigilantes de Medio Ambiente, los técnicos y monitores de Flora,
Fauna y Educación Ambiental, así como otros colectivos relacionados con la
naturaleza, se realiza un trabajo coordinado que permite proteger, conservar y
recuperar las especies animales y vegetales de la Isla. La divulgación de esta
labor mediante actividades orientadas a la sociedad nos permite extender estos
valores de conservación", agregó Évora.
Tortugas residentes y tortugas nacidas en
Fuerteventura
Aunque la tortuga
boba (Caretta caretta) es de los
quelonios marinos el más común en Canarias, en aguas de las Islas también
abundan otras especies como la tortuga verde (Chelonia mydas), la tortuga laúd (Demochelys coriacea) o la tortuga carey (Eretmochelys imbricata).
Por diferentes
circunstancias, estos animales marinos son localizados al heridos o muertos a
causa de amenazas como los plásticos, las artes de pesca, la colisión con
embarcaciones o enfermedades naturales, entre otras. En los casos más graves, son
enviados a los centros de recuperación de fauna silvestre de Gran Canaria,
aunque últimamente el Centro de Recuperación de Tortugas Marinas, gestionado
por el Cabildo, ha ganado en importancia y operatividad.
Estas
instalaciones, situadas en el Muelle de Morro Jable, fueron habilitadas para acoger
la etapa inicial del desarrollo en cautividad de las tortugas nacidas en Cofete
durante el Proyecto de Reintroducción de la especie en Fuerteventura,
denominándose durante ese tiempo de manera común la Guardería de Tortugas. Este
proyecto permitió trasladar durante varias campañas anuales miles de huevos de
tortuga boba desde Cabo Verde hasta la Playa de Cofete, donde eclosionaban y
nacían.
El proyecto se
basa en el principio de que las hembras de la especie, una vez alcanzan su madurez
–a partir de los diez años-, regresan a desovar a la misma playa en que nacieron,
como ya ha sido comprobado en experiencias similares desarrolladas en México y
California.
Es por ello que
tanto las nacidas en el marco del proyecto de Cofete como las provenientes de
las colonias naturales en varios puntos del Atlántico conviven durante sus
largas migraciones en las aguas de Canarias por su riqueza en fuentes de alimentación.
Los expertos
señalan que las tortugas marinas son reptiles evolucionados durante millones de
años y con fuertes instintos, un hecho que facilita su introducción en el medio
sin verse condicionadas por la interacción con el ser humano durante su etapa
en cautividad.
Las hipótesis
científicas prevén que las tortugas hembra nacidas en Fuerteventura que hayan
sobrevivido puedan regresar a Cofete cuando llegue el momento de poner sus huevos,
recuperando así un fenómeno natural que ya se producía en la Isla hace más de
un siglo (está documentado), y ofreciendo a esta especie amenazada la
posibilidad de recuperar un nuevo hábitat en el que reproducirse.
Próxima liberación de tortugas
La segunda
liberación organizada por el Cabildo este mes tendrá lugar en Gran Tarajal el viernes
día 22, también a las 12:00 horas, concretamente en el tramo de costa situado a
la altura del Campo de Fútbol (acceso cruzando el barranco).
El objetivo de
estas actividades es concienciar a la población de las graves consecuencias que
se derivan de contaminar el medio marino.
La Consejería de
Medio Ambiente del Cabildo consigue atender y recuperar cada año a decenas de
tortugas, que en su mayor parte se localizan gracias a la colaboración
ciudadana. "Por eso es tan importante implicar a la población en la
divulgación de la fragilidad y riqueza que tiene nuestro medio marino",
alega la Consejería de Medio Ambiente.
Recomendaciones sobre fauna marina
accidentada
De manera
general, en caso de avistar una tortuga flotando en el mar se debe comprobar si
está descansando o tiene problemas (lo indican síntomas como sequedad en su
caparazón, algas incrustadas, heridas…).
La colaboración
ciudadana es un factor fundamental en el rescate y atención de las tortugas
marinas y otros animales que aparecen accidentados en las aguas y costas de la Isla.
Llegado el caso de manipular al ejemplar, no se le debe coger por el caparazón
y, para moverlo, hacerlo siempre hacia delante. Hay que tener cuidado con su
pico, uñas y aletas (en caso de mordedura, no tirar hasta que abra la boca).
Una vez atendida, se debe dejar a la tortuga en un lugar fresco y
preferentemente húmedo (con paños o toallas húmedas), y no darle de comer ni de
beber hasta que el personal técnico llegue y recoja al animal. Para su
transporte, se aconseja una caja de plástico acorde al tamaño del animal.
La principal
recomendación en caso de avistar un animal accidentado, marino o de otro tipo,
es siempre contactar con los servicios medioambientales del Cabildo, si es en
horario de oficina con la Consejería de Medio Ambiente (928 - 53 34 27 / 928 –
86 11 15), a cualquier hora del día con la Centralita de la institución (928 –
86 23 00 / 22) o, en cualquier caso, directamente con el teléfono de guardia de
los agentes de Medio Ambiente (626 982 371). En caso de no poder contactar con
alguno de estos teléfonos, existe la posibilidad de llamar al 112.
