La
restauración permitió mejorar el estado de la puerta principal y descubrió los
colores originales de las paredes del presbiterio
23 de julio de 2014
El Cabildo de
Fuerteventura, a través de la Consejería de Servicios que dirige Pedro
Martínez, ultima los trabajos de mejora de la ermita de Santa Ana de Casillas
del Ángel, que se han venido desarrollando durante las últimas semanas dentro
del acuerdo de colaboración establecido con la Diócesis de Canarias y siguiendo
el plan de prioridades fijado en el mismo para 2014 según el estado de
conservación de cada edificio. Estas labores han permitido restaurar, limpiar y
pintar toda la fachada exterior, “a falta de unas luminarias junto a la entrada
principal, que estamos valorando si es posible restaurarlas o bien sustituirlas
por otras”, explicó el consejero.

Con respecto al interior
del edificio, el trabajo ha consistido básicamente en el pintado, que ya ha
finalizado salvo en las paredes laterales del presbiterio. “Al realizar la
limpieza de las capas recientes de pintura y las anteriores de cal encontramos
una original de tonalidad parecida a la teja. Hemos optado por tratar de
recuperar esta tonalidad y para eso
encargamos un análisis de sus componentes. La idea es reproducir la
pintura original incluso si es posible con los componentes que se usaban en esa
época, para volver a pintar el entorno del presbiterio de ese color,
diferenciándolo y destacándolo del resto de la nave. Eso se realizará durante
las próximas semanas”, explicó el consejero.
El plan de trabajo acordado
con la Diócesis de Canarias prevé que la siguiente iglesia en la que actuar
será la de Tetir, cuya fachada se saneará y pintará, “gracias a la colaboración
del Ayuntamiento de Pájara, que nos ha cedido durante unos días una grúa que
permitirá poder pintar el exterior del campanario”.
Reforma del entorno de la plaza
El Cabildo de
Fuerteventura también tiene previsto contratar tras el verano las obras de
pavimentación y reordenación del entorno de la ermita de Casillas del Ángel, por
un importe aproximado de 340.000 euros, en cuyo proyecto trabaja la Consejería
de Infraestructuras, que dirige Edilia Pérez. La obra se centra en la plaza y
las calles circundantes a la Iglesia, “con el objetivo de mejorar su estado y
crear un espacio abierto, bien acondicionado y que permita realzar los
elementos arquitectónicos singulares del edificio, además de contribuir a la
dinamización del entorno”, explicó la consejera Edilia Pérez. La obra ya ha
recibido el informe favorable de la Comisión de Patrimonio Histórico.
Para su ejecución se
optará por eliminar elementos existentes y ya deteriorados, con la sustitución
de las capas asfálticas por pavimentación en piedra natural (baldosas de gabro
y adoquín pórfido rojo para las zonas exclusivas de peatones) y adoquines de hormigón
para el tramo de acceso a vehículos. También se eliminarán varios ejemplares de
eucaliptus cuyas raíces están afectando al propio edificio. En total la nueva
zona adoquinada suma unos 2.600 m2.
Santa Ana
La ermita de Santa Ana y
su entorno están declarados Bien de Interés Cultural. El edificio se construyó
en la primera mitad del siglo XVIII, sufriendo luego una fuerte ampliación y
remodelación a finales del mismo siglo, según indica la inscripción de la placa
de su fachada. Las reformas y ampliaciones dieron como resultado una nave
bastante larga, cubierta a dos aguas y de teja vista. El presbiterio está
diferenciado a mayor altura y con cubierta a cuatro aguas.
La fachada de la iglesia
es una de las más singulares de la Isla, realizada en sillares de cantería
negra vista. La puerta está rematada en arco de medio punto, sobre ella se
dispone una pequeña cornisa sobre la que descansa un cuerpo a modo de amplio
friso.
