Hoy se ha clausurado la segunda edición del Taller de Turismo y Formación del Cabildo sólo para profesionales
Blas Acosta: "Seguimos apostando por la formación de los profesionales como herramienta para fidelizar la cifra récord de 2,5 millones de turistas que esperamos recibir este año"
10 de julio de 2014
El aceite de oliva tomó hoy el protagonismo en la última jornada del II Taller de Turismo y Formación (TTF) que organiza la Consejería de Turismo del Cabildo. Los tipos de aceites, sus cualidades, su producción en Canarias y en Fuerteventura pero, sobre todo, su correcto uso en combinación con cada tipo de comida. "El aceite de oliva está de moda, pero el secreto para su disfrute pleno está en el buen maridaje", afirmó el ponente del seminario Leo Marrero.
El consejero de Turismo, Blas Acosta, "seguimos apostando por la formación de los profesionales como herramienta para fidelizar la cifra récord de 2,5 millones de turistas que esperamos recibir este año. Los datos respaldan nuestra voluntad de apoyar al sector y a los trabajadores: en dos años, nuestro programa de formación ha llegado a más de 2.600 profesionales de hostelería de Fuerteventura. Es una garantía de calidad y de futuro. Y es, en último término, una inversión en la calidad de vida de todos los majoreros porque nuestra economía se basa en el turismo".

Una veintena de profesionales de la hostelería se dio cita esta mañana para profundizar en las aplicaciones del aceite de oliva. Leo Marrero es experto nacional en producciones ecológicas y en aceites de oliva virgen y lleva 15 años implicado en proyectos de recuperación del olivar en Canarias. Recordó que las crónicas de la conquista reseñan el cultivo de olivos en Fuerteventura y Gran Canaria.
Leo Marrero comenzó la cata con una selección de aceites de oliva virgen de Canarias y de la Península. "La calidad del aceite de oliva virgen de Fuerteventura está por encima de la media, en especial la de producción ecológica", explicó. La mayor parte de la producción de Fuerteventura "huele a fruta fresca, es suave y tiene matices dulces y color verde".

"Cada variedad de aceituna aporta matices diferentes, como sucede con el vino, pero también el suelo y el clima influyen". Por eso animó a que se elaborara un estudio de variedades por zonas geográficas para determinar qué aceituna ofrece un mejor resultado en cada lugar.
"El buen aceite empieza en el árbol", dijo. "El agricultor debe estar formado para reconocer una plaga y saber tratarla con productos ecológicos; pero el restaurador también debe conocer el producto y saber, por ejemplo, que para freír es mejor el aceite de oliva virgen que el refinado".
