El
programa se ha cerrado hoy con la cata de aceite, después de dos jornadas con
incursiones en el queso majorero y sus aplicaciones culinarias y las cualidades
del vino y su maridaje
Leo
Marrero: "La mayor parte del aceite de oliva virgen de Fuerteventura es de
color verde con aroma afrutado y de calidad superior a la media, en especial el
ecológico"
9 de mayo de 2014
El Taller
de Turismo y Formación (TTF) ha sido durante toda esta semana el punto de
encuentro para los profesionales de la hostelería del municipio de La Oliva, en
una iniciativa de la Consejería de Turismo del Cabildo. Cerca de 150 cocineros
y camareros han participado en los distintos cursos sobre el queso majorero y
sus aplicaciones culinarias y las cualidades del vino y su maridaje. Hoy, antes
de la clausura y la entrega de diplomas, ha sido el turno del aceite de oliva
virgen de Fuerteventura.
Más de 30
profesionales de la hostelería se han dado cita esta mañana para profundizar en
las aplicaciones de este producto. Leo Marrero es experto nacional en
producciones ecológicas y en aceites de oliva virgen y lleva 15 años implicado
en proyectos de recuperación del olivar en Canarias. Este mediodía ha impartido
un seminario con cata de las distintas variedades producidas en Fuerteventura
(isla, junto a Gran Canaria, en la que las crónicas de la conquista sitúan el
cultivo de olivos).
Esta cata
de aceite de oliva virgen de Fuerteventura es parte del programa del Taller de
Turismo y Formación que ha desarrollado la Consejería de Turismo del Cabildo de
Fuerteventura a lo largo de esta semana en los hoteles Barceló Corralejo Bay y
Atlantis Bahía Real, con la colaboración del Ayuntamiento de La Oliva y de la
Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Fuerteventura.
La consejera
de Agricultura, Ganadería y Pesca del Cabildo, Rita Díaz, señaló que "estas
jornadas –que nacen de la experiencia llevada a cabo por el Ayuntamiento de
Pájara con el apoyo del Cabildo en los últimos dos años- están reforzando la
profesionalidad del sector turístico de la isla gracias al interés de los
propios trabajadores por mejorar sus conocimientos y aplicar esa actualización
a su servicio al cliente; pero también, y muy especialmente, está ayudando al
sector primario de Fuerteventura a poner en valor dentro del mercado turístico la
alta calidad de sus productos".
El
concejal de Turismo de La Oliva, Marcelino Umpiérrez, resaltó la acogida que ha
tenido este primer TTF en el municipio y añadió que "la formación continua
de nuestros profesionales de la restauración es lo que garantiza la satisfacción
de los clientes y en especial de los turistas; siempre debemos tener presente
que el sector turístico mueve la economía de La Oliva y de la isla, por lo que
todo lo que mejore la experiencia del visitante es una mejora de las
condiciones económicas y sociales de Fuerteventura".
Leo
Marrero comenzó la cata con una selección de cinco aceites de oliva virgen de
Fuerteventura, uno de Gran Canaria y el que hoy por hoy es el mejor del mundo,
Priego de Córdoba. "La calidad del aceite de oliva virgen de Fuerteventura
está por encima de la media, en especial la de producción ecológica",
explicó.
"El
aceite está hoy de moda, pero en Canarias ya se producía siglos atrás, antes de
la conquista".
"Cada
variedad de aceituna aporta matices diferentes, como sucede con el vino, pero
también el suelo y el clima influyen". Por eso animó a que se elaborara un
estudio de variedades por zonas geográficas para determinar qué aceituna ofrece
un mejor resultado en cada lugar.
Explicó
que la mayor parte de la producción de Fuerteventura "huele a fruta
fresca, es suave y tiene matices dulces y color verde".
"El
buen aceite empieza en el árbol", dijo. "El agricultor debe estar
formado para reconocer una plaga y saber tratarla con productos ecológicos;
pero el restaurador también debe conocer el producto y saber, por ejemplo, que
para freír es mejor el aceite de oliva virgen que el refinado".
